Se podría decir que la modernidad ha traído consigo beneficios pero también maleficios, ahora tenemos que esforzarnos para luchar contra los malos hábitos dietéticos, luchar contra el sedentarismo, incrementando la actividad física diaria para lograr una rutina de ejercicios durante 30 minutos, 5 veces a la semana como mínimo, en total 150 minutos a la semana. Lo más importante es crearse un hábito que persista en el tiempo con alimentos saludables y equilibrados, dejando a un lado el picoteo con consumo de alimentos o dulces fuera de los horarios de comida y plantearse una estrategia del día a día, reprogramando el cerebro al levantarse, antes de comer, al ir a fiestas o reuniones, al hacer las compras en el supermercado, meditar antes de acostarse en que fallamos, para así mantener alerta al cerebro sobre aquellos alimento que distorsionan el hábito en el consumo de alimentos.
Mantener el hábito es fundamental e indispensable, cuando fracasemos no debemos esperar sino reiniciar de inmediato la reprogramación o a más tardar al día siguiente, porque hay que romper el círculo vicioso de depresión-ansiedad-consumo impulsivo de alimentos, evitando que abandones totalmente tu plan de trabajo para mantener el hábito.
En un mundo globalizado e inundado de publicidad, es alto el fracaso en todos los planes dietéticos, llegando hasta un 80% de abandono al finalizar año luego de iniciar un programa para reducción de peso, es por eso que se hace cuesta arriba lograrlo, pero con una constantemente reprogramación terminaran alcanzando el éxito. “Es posible lograrlo”
