Lo primero que debemos eliminar es el término dieta, porque ha generado confusión en la población, las personas consideran que hacer dietas famosas es suficiente y realmente generan más problemas que soluciones. La forma más apropiada sería “cambio de hábito alimenticio” que genera conciencia de reducción de peso sostenido en el tiempo. Hay mucho desconocimiento e improvisación al perder peso, fomentado muchas veces por médicos y nutriólogos, a continuación se nombran algunos.
1. Mientras pierdas más rápido peso es peor. Se ha demostrado que mientras pierdas más peso en menor tiempo con las dietas exprés, las píldoras milagrosas, medicamentos para rebajar, la dieta de los 10 días, el helado, los batidos dietéticos etc… etc…, produce mayores trastornos en el metabolismo, enlenteciéndolo, logrando recuperar e incluso duplicar el peso en menor tiempo y luego para reducir nuevamente tardará mucho más. La reducción de peso debe ser gradual, progresiva y sostenida en el tiempo, en lo posible 1 a 2 kg/mes.
2. Comer menos no implica perder más peso. Aunque exista reducción de la cantidad de alimentos ingeridos va a llegar un momento en que no vas a perder más peso sino logras cambios de hábitos dietéticos combinado con la cantidad e ejercicio necesario para lograr los objetivos en un tiempo determinado.
3. Las dietas de proteínas, la dieta de grasas, la dieta de los carbohidratos, la dieta líquida. Estas dietas generan carencia de otros nutrientes que no se consumen, como los hidratos de carbono, las grasas, los carbohidratos, que generan falta de vitaminas, alteraciones gastrointestinales, mareos, sequedad en la piel, náuseas, ansiedad y cansancio, aumentar el nivel de colesterol malo, los triglicéridos y el ácido úrico en sangre, pueden causar gota y enfermedades cardiovasculares, la falta de fibra genera estreñimiento. Generalmente cuando se vuelve a la alimentación normal después de una dieta de las proteínas podemos sufrir efecto rebote y recuperar más de lo que hemos perdido.
4. Con ciertos medicamentos reduces más peso, pero es peor el remedio que la enfermedad. Muchos médicos y licenciados, utilizan ciertas combinaciones de medicamentos sin ninguna indicación ni evidencia científica asociado a un régimen dietético y muchas veces se olvidan de indicar el ejercicio, generando indudablemente reducción importante de peso en corto tiempo, creando una distorsión sicológica del paciente, responsabilizando de su reducción de peso a los fármacos y no reforzando sicológicamente el cambio de hábito. Por lo tanto, al dejar la medicación existe un rebote con una ganancia de peso mayor.
5. Saltar una comida es lo más insano para perder peso. La mayoría de las personas creen que si comen menos, ingieren menos calorías rápidamente van a comenzar a perder peso por lo tanto se saltan algunas comidas. Nuestro organismo está diseñado para utilizar todas las reservas necesarias para compensar la carencia de nutriente a través de distintos mecanismos resultando inútil el esfuerzo para perder peso, lo que genera un estado alto de ansiedad que conlleva a incrementar el consumo de alimento en el resto de las comidas fracasando a la larga e incrementando mas el peso. Generalmente se saltan el desayuno siendo peor ya que nuestro metabolismo no se activa y comenzamos el día con bajos niveles de energía que hacen más difícil quemar calorías y producen muchos trastornos cerebrales y metabólicos.